La electricidad es fundamental para la vida
La actividad cotidiana de la mayor parte de los ciudadanos depende de la energía eléctrica, puesto que la actividad productiva y la diaria se ha ido electrificando por su facilidad de uso y limpieza.
La luz nos permite seguir nuestra actividad, cuando cae el sol, es necesaria para cocinar en la mayoría de los hogares. En los edificios de altura favorece la movilidad mediante los ascensores y la mayor parte del transporte urbano e interurbano depende de la electricidad. Asimismo, es necesaria para realizar los pagos sin efectivo y para trabajar en la red; así como para mantener los alimentos frescos, etc…
En definitiva, es esencial para el ciudadano de a píe, pero también para la producción; puesto que la mitad del consumo de energía eléctrica se destina a la actividad industrial.
El apagón provocado por Red eléctrica, el pasado lunes detuvo en gran medida la actividad productiva y la vida normal de la mayor parte de los ciudadanos de nuestro país, poniendo en entredicho el peligro estratégico de concentrar el riesgo en una sola energía final.
Incluso los hospitales, hoteles, edificios y hogares que contaban con generadores y pudieron mantener la actividad durante unas horas, no podían reponer el fuel, puesto que as gasolineras bombean mediante un sistema eléctrico; lógicamente tampoco se podían recargar los coches con motores de combustión, si bien los mas perjudicados fueron los vehículos eléctricos.
En definitiva, hay que establecer los mecanismos técnicos y de seguridad para evitar que esta situación se pueda producir con la misma extensión y duración; pero también hay que replantearse nuestra excesiva electrificación, sobre todo en el transporte.
Se dispara el paro en España.
La desaceleración de la economía española durante el primer trimestre del presente año se confirma con los datos de La Encuesta de Población Activa, que elabora el INE y que ponen de manifiesto el mal comportamiento del mercado de trabajo durante este periodo.
En efecto el número de ocupados se redujo en 92.500 personas en comparación al trimestre anterior con lo que el empleo disminuyo a los 21.765.400 ocupados.
Pero peor fue el comportamiento del paro, que aumento en 193.700 personas hasta situarse en los 2.789.200 parados; lo que representa una tasa de paro del 11,36%, la mayor de todos los países de la UE y más que el doble que la media.
Estos muy malos datos, se deben en cierta medida a las condiciones meteorológicas de lluvias, que penaliza especialmente al sector de la construcción, pero sobre todo al intervencionismo en el mercado laboral. En efecto, las subidas del SMI, las elevaciones de las cotizaciones sociales y de la fiscalidad y las mayores rigideces en los contratos son las principales razones que explican esta situación.
Además, ponen claramente de manifiesto la pérdida de competitividad de la economía española, que será aún mayor con la reducción de la jornada laboral; lo que incluso provocará un incremento del paro por el aumento de los costes laborales.
La Economía sumergida representa el 24% del PIB.
La actividad productiva se traslada a la economía informal o sumergida por diferentes razones. Las actividades ilegales como el tráfico de drogas no pueden, lógicamente, operar en la economía formal por su propia naturaleza; si bien se computa en el PIB una estimación sobre esta actividad, tal y como estableció una Directiva Comunitaria.
Asimismo, se acude a la economía sumergida para poder reducir o eludir, limitaciones regulatorias, como las laborales. También en muchos casos se trata de evitar la fiscalidad y las cotizaciones sociales.
En una economía con alta presencia de la agricultura y de servicios intensivos en mano de obra, es más fácil facilitar este proceso de ilegalidad. Por ejemplo, las elevaciones del Salario Mínimo Interprofesional y el aumento de las cotizaciones sociales han provocado una fuerte destrucción de empleo, o paso a la economía sumergida de gran cantidad de empleadas del hogar.
Por su propia naturaleza resulta muy complicado cuantificar el peso de la economía informal en el PIB total; sin embargo, se realizan mediante indicadores indirectos.
Los países OCDE tiene de medía un 17% de su PIB en economía sumergida, la más alta es en Grecia el 36% seguida de Italia en 31% y España y Portugal un 24%.
Sin embargo, los países donde tiene menos paro es en Bélgica un 5% y Suecia un 6%: Sorprende que en Francia sea del 14% y en Alemania del 13%.