Los Gestores Administrativos somos profesionales que asesoran a ciudadanos, autónomos y Pymes tanto en sus trámites frente a las distintas administraciones como para el desarrollo de sus actividades.

Para acceder a la profesión, se han de completar una serie de pruebas de aptitud o completar un Máster en Gestión Administrativa, que puede cursarse con aquellas Universidades que cuentan con el acuerdo del Consejo General de Colegios de Gestores Administrativos para poder impartir de manera oficial este programa.

Anualmente, el Ministerio de Política Territorial y de la Función Pública, de la mano del Consejo General, convoca las pruebas para las que hay que disponer de una serie de requisitos (enlazar con la página de acceso a la profesión; requisitos necesarios). Una vez superadas las pruebas de acceso o el Máster, si se quiere ser Gestor Administrativo se ha de colegiar el candidato en uno de los 22 Colegios que existen, lo que supone someterse a un código ético y contratar una póliza de responsabilidad civil.

La razón principal por la que se somete a los candidatos a estas barreras de entrada es asegurarnos que el desarrollo de la profesión se va a llevar a cabo de la forma más eficaz y profesional posible. Y ante posibles errores, los Colegios responderán analizando las diferentes situaciones, procurando salvaguardar los derechos de los clientes.

Y a lo largo de los años en los que la persona ejerza de Gestor Administrativo, estará permanentemente formándose con el objetivo de estar al día de todos los cambios normativos y de gestión que se produzcan.

De esta manera, los Gestores Administrativos buscan diferenciarse del resto de profesionales que ejercen funciones parecidas. Nuestra historia y la cercanía a las administraciones y a nuestros clientes nos permite ofrecer un servicio de calidad y nos permite también colaborar con la digitalización de la Administración.

En definitiva, los Gestores Administrativos jugamos un papel esencial tanto respecto a las administraciones como respecto a los clientes, porque entendemos el lenguaje de ambos y somos capaces de traducir ambos para que se entiendan. Permitimos a todos que se preocupen de las tareas propias de sus negocios. El resto, lo hacemos nosotros.