Autónomos, el reto de la adaptación constante

Sin los autónomos no hay economía real.

Los autónomos son quienes arriesgan, quienes crean y quienes sostienen el pulso productivo de nuestro país. Y sin embargo, con demasiada frecuencia, lo hacen con un marco normativo que les pone a prueba cada día.

Tradicionalmente, los autónomos, junto con las pequeñas y medianas empresas, han desempeñado un papel fundamental en la economía de nuestro país. Actualmente, representan en torno al 16% de la población ocupada, y más del 99% están afiliados al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA). Pese a las históricas reivindicaciones centradas en una relación más sencilla y fluida con la Administración, una encuesta reciente señala que el 75% de los autónomos se muestran satisfechos con la elección de este modelo laboral y, de tener que comenzar de nuevo, volverían a optar por esta vía.

 

Radiografía del colectivo RETA

De acuerdo con los datos del Ministerio de Trabajo correspondientes al cierre de mayo de 2025, el número de afiliados al RETA asciende a más de 3,43 millones de trabajadores, lo que representa un incremento del 1% respecto a mayo de 2024. Esto supone más de 35.000 nuevas altas en el último año.

En cifras generales, existen casi tres millones (2.945.059) de trabajadores autónomos de nacionalidad española, lo que representa el 85,9% del total, mientras que 485.254 son extranjeros (14,1%), si bien este último grupo lidera, de forma significativa, el crecimiento en los últimos años.

El colectivo más numeroso dentro del RETA es el de “Autónomos personas físicas”, que supera ligeramente los dos millones de trabajadores, representando el 59,4% del total. Le siguen los “Miembros de órganos de administración de una sociedad” (16,5%) y los “Socios de sociedad” (15,0%). Los “Familiares colaboradores” constituyen un 5,2% del total de afiliados, según datos del Ministerio de Trabajo y Economía Social.

Estos datos revelan también un alto grado de estabilidad en el colectivo: casi 800.000 autónomos (23,3%) tienen entre 10 y 20 años de antigüedad, seguidos de aquellos con entre 5 y 10 años (668.767 autónomos, un 19,5%).

En cuanto a la edad, el tramo entre 46 y 55 años agrupa a 1.089.721 autónomos (31,8%), seguido por el de 36 a 45 años, con 820.461 trabajadores (23,9%). No obstante, las nuevas incorporaciones de los últimos años están desplazando el equilibrio hacia edades más avanzadas.

En cuanto al género, predominan los hombres (2.159.517, un 63%) frente a las mujeres (1.270.795, un 37%).

Por origen geográfico, el 52,2% de los autónomos extranjeros provienen de Europa (39,4% de la UE y 12,8% del resto de Europa), seguidos por América (19,7%), Asia (19,5%), África (8,3%) y Oceanía (0,1%).

 

Extranjero y mayor de 50 años

Un reciente informe de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) analiza la evolución de afiliados entre marzo de 2021 y marzo de 2025. Durante este periodo, el RETA sumó 108.155 autónomos, de los que 104.338 fueron emprendedores extranjeros, lo que supone el 96,5% del crecimiento total. En cambio, los afiliados nacionales apenas contribuyeron con un 3,5%.

Por rangos de edad, destaca el crecimiento entre los mayores de 50 años, que ha logrado compensar el descenso de 72.881 cotizantes registrado entre los autónomos de entre 30 y 49 años. Dentro de este crecimiento, resalta el colectivo de mayores de 64 años, que aumentó en 56.186 personas, un 39,6% más desde mayo de 2021. Según Lorenzo Amor, presidente de ATA, “este crecimiento se debe a la ampliación de la edad de jubilación y al auge de la jubilación activa, cada vez más elegida por los autónomos que alcanzan la edad legal para retirarse”.

Andalucía, Cataluña y Madrid, las que más autónomos tienen

Andalucía (592.035), Cataluña (573.890) y Madrid (437.525) encabezan el número de autónomos registrados, según datos del Ministerio de Trabajo a finales de mayo de 2025.

Las 17 comunidades autónomas han incrementado su número de emprendedores extranjeros en los últimos cuatro años, aunque Ceuta y Melilla han perdido cotizantes, tanto nacionales como extranjeros.

En la mayoría de las comunidades donde aumentaron los autónomos nacionales y extranjeros, el crecimiento de estos últimos fue superior. Solo en Andalucía, Canarias y Madrid, los nacionales crecieron más que los extranjeros.

En la Comunidad Valenciana, por ejemplo, mientras se sumaron 22.391 autónomos extranjeros, los nacionales apenas crecieron en 2.134 personas.

En el periodo marzo 2021-marzo 2025, nueve comunidades (Aragón, Asturias, Cantabria, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Galicia, Navarra, Euskadi y La Rioja) vieron descender el número de cotizantes al RETA. En todas ellas, la caída fue de autónomos nacionales, y el aumento de extranjeros no bastó para compensar la pérdida.

 

Predominio del sector servicios

Casi el 74% de los autónomos pertenecen al sector Servicios, el 12,2% a Construcción, el 7,7% a Agricultura y el 6,1% a Industria.

En todos los sectores ha aumentado la presencia de extranjeros, en contraste con el descenso de afiliados nacionales entre 2021 y 2025. El comercio perdió más de 50.000 afiliados; Agricultura y Hostelería, 12.500 cada uno; Industria, 11.000; Transportes, 7.700; y Actividades Financieras y Seguros, casi 1.300.

Frenos al emprendimiento

El V Estudio Nacional del Autónomo (ENA), elaborado en 2024, identifica el sistema de tributación, la carga burocrática y las altas cuotas a la Seguridad Social como los principales frenos al emprendimiento. El 97,1% de los autónomos cree que las políticas actuales no los apoyan suficientemente y el 70% no se siente protegido por la Seguridad Social ni por las mutuas.

También revela carencias en digitalización: el 85% no invirtió en presencia digital en 2024, dos tercios no tienen web ni redes sociales y solo el 26% usa software de gestión de clientes. Aunque el 80% conoce el Kit Digital, solo el 40% lo ha solicitado.

Además, en 2025 se ha endurecido el acceso a la jubilación: para retirarse a los 65 años con el 100% de la pensión, se requieren 38 años y 3 meses cotizados (frente a los 38 exigidos en 2024). Quienes no alcancen este periodo deberán esperar hasta los 66 años y 9 meses.

Novedades tributarias y fiscales

Uno de los cambios obligados a los que han tenido que ajustarse los autónomos ha sido el de adaptar su actividad a la nueva Clasificación Nacional de Actividades Económicas, CNAE-2025. El plazo para revisar y comunicar el nuevo código a la Seguridad Social finalizó el 30 de junio y con él, podrán verse afectadas la cotización a la Seguridad Social, el acceso a bonificaciones o prestaciones, el acceso a ayudas o la misma relación de la Mutua colaboradora con la Seguridad Social.

Desde el 1 de enero de 2025, los autónomos se enfrentan a importantes cambios en sus cuotas mensuales debido al nuevo sistema de cotización por ingresos reales. Los tramos bajos han visto reducidas sus cuotas, mientras que aquellos con ingresos superiores a 1.700 euros han sufrido incrementos.

Los autónomos situados en los seis primeros tramos (ingresos de menos de 670 a 1.700 euros) tienen cuotas más bajas, con rebajas anuales que oscilan entre los 80 y los 428 euros. Por el contrario, los que superan los 1.700 euros pueden experimentar aumentos de entre 272 y 970 euros anuales, según el tramo.

En paralelo, ha comenzado la regularización de las cuotas de 2023, ajustándolas a los ingresos reales declarados. El plazo para ello finalizó el 30 de abril.

Otra novedad es el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), introducido en 2023, que afecta a asalariados y autónomos. En 2025, el MEI asciende al 0,8% de la base de cotización (0,7% en 2024).

También desde este año, deben presentar la declaración del IRPF todos los que estuvieron dados de alta en RETA en 2024, sin importar sus ingresos. Se persigue con ello mayor transparencia y control sobre los ingresos reales.

Entre los aspectos positivos, destaca el mantenimiento de la tarifa plana de 80 euros durante los 12 primeros meses de actividad para nuevos autónomos.

VeriFactu en 2026

A partir del 1 de julio de 2026, los autónomos deberán adaptarse a la normativa Verifactu, utilizando un software homologado por Hacienda para emitir sus facturas. Los fabricantes de software deberán ajustarse a esta normativa antes de finales de julio de 2025.

El objetivo es garantizar la integridad, conservación, accesibilidad, legibilidad, trazabilidad e inalterabilidad de los datos de facturación. Asimismo, facilitará el control de la Agencia Tributaria y prevendrá el fraude fiscal.

Por otra parte, la mayoría de los autónomos deberán emitir facturas electrónicas en virtud de la Ley Crea y Crece. Aunque aún no hay fecha definitiva, esta obligación entrará en vigor dos años después de aprobarse el reglamento actualmente en tramitación.

Deducción de gastos

Uno de los problemas recurrentes para los autónomos es la deducción de gastos en sus declaraciones tributarias, debido a la ambigüedad normativa y la posibilidad de recibir notificaciones contrarias a dichas deducciones, lo que provoca sobrecostes económicos y lleva a muchos a practicar deducciones inferiores a las posibles.

Un informe del Consejo para la Defensa del Contribuyente (CDC), dependiente de la Secretaría de Estado de Hacienda, titulado “Informe sobre los gastos deducibles en los rendimientos de actividades económicas en el impuesto sobre la renta de las personas físicas”, aborda este debate en relación con los autónomos en estimación directa.

El CDC ha detectado que muchas quejas se centran en la dificultad de probar la existencia o deducibilidad de ciertos gastos, y en el desconocimiento generalizado sobre la documentación válida para justificarlos ante una inspección.

Durante 2023, el CDC desarrolló tres iniciativas: una recomendación al secretario de estado de Hacienda para objetivar las deducciones; el intercambio de experiencias con el Instituto de Estudios Fiscales (IEF), y una sesión del Foro técnico IEF/CDC con asociaciones y colegios profesionales para debatir posibles reformas.

Aunque la propuesta fue discutida en 2024, el informe no fue publicado oficialmente. Solo se ha conocido en 2025 gracias a la reclamación de un abogado experto en fiscalidad. Esta situación ha provocado la queja del sector y la demanda de implantación de medidas claras.

Aclarar este punto es fundamental para los autónomos. La inseguridad jurídica en torno a los gastos deducibles genera incertidumbre y dificulta la relación con la Administración. Mejorar este aspecto es clave para equilibrar la tributación con las prestaciones recibidas. De su evolución dependerá, en gran parte, el futuro del colectivo, esencial para el desarrollo económico de España.

Como señala Fernando Jesús Santiago Ollero, presidente del Consejo General de Colegios de Gestores Administrativos de España: “Facilitar la vida de los autónomos no es solo una cuestión de justicia, es una apuesta inteligente por el futuro productivo de nuestro país”.

En un momento de transición digital, transformación fiscal y cambios demográficos, acompañar al colectivo autónomo no es una opción, sino una necesidad urgente si queremos un modelo económico más estable, competitivo e inclusivo.