La economía mundial se resiente por los aranceles
La economía mundial ya se está siendo penalizada por la incertidumbre y el riesgo regulatorio que está provocando la política proteccionista de Donald Trump. En efecto la subida de aranceles, y el anuncio de otros mayores una vez que finalice el periodo de 90 días de moratoria, está provocando ya una desaceleración del comercio internacional, y consecuentemente del crecimiento.
La OCDE estima que, como consecuencia de este proceso, el PIB mundial en el año 2025 crecerá dos décimas menos de lo previsto inicialmente, situándose en el 2,9%.
En el caso de China “La guerra Comercial” ha provocado un deterioro del comercio con Estados Unidos. En mayo las exportaciones a EE. UU se redujeron un -34,5% y las importaciones procedentes de este país cayeron un -18%; con lo que, si se mantiene la tendencia el crecimiento de la economía china en el año 2025, difícilmente superará el 4,5%.
En cualquier caso, según la OCDE, EE. UU es el país más perjudicado con una reducción a la baja de las expectativas de crecimiento de 6 décimas para este año, con lo que tan solo crecerá un 1,6% e incluso algunos analistas consideran que podría entrar en estanflación.
LA OPEP SE ESTÁ FRACTURANDO.
Actualmente algunos países miembros de la OPEP están siendo acusados de producir por encima de sus cuotas, como es el caso de Kazajistán o Irak; sin embargo, parece que es Abu Dabi es el “caballo de Troya” de la Organización.
Aunque este Emirato asegura producir tan solo 2,9 millones de barriles diarios, tal y como establece su cuota; sin embargo, el análisis de los mercados de crudo pone de manifiesto que su producción real es de unos 3,3 millones de barriles diarios o incluso de 3,4 millones; lo que significa un 13,7% de producción real superior a la cuota.
La cartelización del mercado de petróleo por parte de la OPEP ha funcionado siempre con precios al alza, lo que favorecía la reducción de producción por el aumento de los ingresos que representaba para sus miembros; en cambio la situación no ha funcionado tan disciplinadamente con precios a la baja como en la actualidad; lo que favorece una espiral de reducción de precios que beneficia a los países importadores, como España.
Además, Arabia Saudí para mantener sus ingresos con la cuota asignada, necesita precios del petróleo alrededor de los 90 dólares el barril. Al encontrarse atrapada por grandes proyectos de inversión, es posible que, con los precios actuales, de unos 65 dólares el barril de Brent rompa la disciplina y aumente su producción.
Afortunadamente la capacidad de cartelización de la OPEP se encuentra actualmente en entredicho, por lo que los precios se pueden situar alrededor de los 60/70 dólares el barril a medio plazo; si bien en estos momentos el reciente enfrentamiento entre Israel e Irán ha tensionado los precios del barril de petróleo. Si el conflicto se extiende o prolonga en el tiempo el petróleo se encarecería significativamente, aunque coyunturalmente.
CHINA LASTRADA POR LA GUERRA COMERCIAL.
La incertidumbre provocada por los aranceles de Trump y la aplicación de algunos de ellos ha tenido un efecto muy negativo sobre el sector exterior de China.
En efecto, durante el mes de mayo las exportaciones tan solo han crecido un 4,8% y las que tienen como destino los EE. UU se desplomaron un -34,5, hasta los 28.800 millones de dólares, en comparación con el mismo mes del año anterior. Asimismo, las importaciones procedentes de EEUU cayeron un 18%.
Si bien el superávit total de la balanza de pagos creció un 25% hasta los 103.200 millones de dólares, impulsado por el desplome, un -3,4% del total de las importaciones.
La atonía de la demanda interna se manifiesta en un IPC que en mayo se ha situad en el -0,1%, aunque la inflación una subyacente alcanza el 0,6%. La amenaza de deflación se manifiesta fundamentalmente por un índice de precios de producción que ha caído seguido cayendo, un -3,3% interanual en mayo.
Como consecuencia de esta situación el Banco Central de China, que tiene establecido actualmente su tipo de intervención en el 3%, posiblemente reduzca sus tipos de interés entre 10 y 20 puntos básicos.
Además, si al final se mantienen aranceles superiores al 50% para sus exportaciones a Estados Unidos, su comercio se deteriorará significativamente, pero también provocará más inflación y un menor crecimiento en el país de Donald Trump.