El presidente de los Gestores Administrativos advierte: “Diseñar un fraude no es asesorar, es cruzar la línea, es delinquir”

Fernando Jesús Santiago Ollero afirma que la responsabilidad del asesor depende de su conducta profesional, no de lo que le pida el cliente

 

Madrid, 10 de julio de 2025. Tras la reciente sentencia dictada por la Audiencia Nacional en el caso Nummaria —que ha condenado a más de 80 años de prisión al asesor fiscal Fernando Peña, considerado cooperador necesario en una trama de fraude fiscal— el presidente del Consejo General de Colegios de Gestores Administrativos de España, Fernando Jesús Santiago Ollero, ha querido pronunciarse públicamente para lanzar un mensaje de claridad y responsabilidad: “quien diseña estructuras para defraudar no asesora, delinque”.

“Llevo varios días escuchando comentarios de sorpresa, preocupación, desasosiego… y quiero abordar el asunto porque la responsabilidad del asesor solo va a depender de su manera de actuar. Y solo será responsable si su comportamiento no está sujeto a una serie de pautas que respeten la ley sin duda alguna”, afirma el presidente.

“No entro en la sentencia en sí misma, desconozco la actuación de Fernando Peña. Solo quiero pronunciarme sobre la lógica responsabilidad que asumimos los asesores si no actuamos correctamente”, señala Santiago.

“El profesional honesto, documentado y diligente no debe temer”

Fernando Santiago recuerda que los gestores administrativos, como otros profesionales del asesoramiento, están sujetos a una obligación de medios: actuar con diligencia, ética y dentro de la legalidad, pero sin garantizar resultados. Solo incurre en responsabilidad quien actúa de forma negligente, dolosa o al margen de la ley.

Por ello, señala una serie de pautas esenciales para ejercer con seguridad jurídica y profesional:

  • Actuar siempre conforme a la legalidad vigente.
  • Informar al cliente de los riesgos legales de cualquier actuación controvertida.
  • Documentar por escrito el criterio de la Administración y la posición del profesional.
  • Hacer constar la voluntad expresa del cliente si, tras ser advertido, decide asumir el riesgo.
  • Conservar la documentación del expediente durante al menos cinco años.
  • Mantener la independencia y la integridad, incluso si eso supone decir “no” al cliente.

“Decir que no también es una forma de ayudar. Nuestra función no es buscar el atajo, sino construir el puente entre el ciudadano y la Administración”, afirma Santiago.

El caso Nummaria marca un precedente”

La sentencia ha puesto de manifiesto que el asesor que participa activamente en la planificación o ejecución de un fraude puede incurrir en responsabilidad penal como cooperador necesario, incluso si actúa por indicación del cliente. En cambio, cuando el profesional actúa conforme a derecho, informa de los riesgos y se mantiene dentro de su marco de responsabilidad, queda exonerado de cualquier consecuencia.

“La responsabilidad profesional no debe paralizar a nadie. Asesorar es proteger, es acompañar, es ayudar al cliente a hacer las cosas bien. Quien cumple con su deber, no tiene por qué temer”, concluye el presidente del Consejo.