Cuando las cosas de la familia no deben mezclarse con las de la empresa

La gestión de la riqueza de las principales familias en España suele ser una asignatura pendiente por mucho que pase el tiempo. Hace ya más de un año que uno de los apellidos más famosos se colocó como un ejemplo de hasta qué punto mezclar, confundir o superponer la gestión del dinero familiar con el de la empresa suele ser una mala idea. Estamos hablando del ‘mundo Grifols’ la familia que da nombre a una de las principales compañías globales en el sector biotecnológico.

Grifols empezó a registrar problemas serios con la presentación de las cuentas de 2023 a raíz de un informe de un servicio de estudios activista denominado ‘Gotham City Research’ en el que cuestionó la transparencia contable de Grifols y su modelo de negocio. Aunque Grifols negó categóricamente las acusaciones, el impacto en el mercado fue inmediato. Las acciones de la empresa cayeron aproximadamente un 20% en los días posteriores a la publicación del informe, reflejando la pérdida de confianza de los inversores.

En dicho informe publicado en enero de 2024, Gotham City Research reveló graves irregularidades en Grifols, destacando una manipulación significativa de su deuda y flujo de caja a través de estructuras corporativas complejas. El informe señala que la compañía subestima significativamente su apalancamiento real, que estaría entre 10-13x en lugar del 6,7x reconocido. La situación se agrava en la relación con Scranton Enterprises, el family office de la familia Grifols, que consolida simultáneamente los mismos activos que Grifols en BPC Plasma y Haema, las cuales son dos de las filiales más rentables de la compañía, a pesar de que Grifols no posee participación en estas empresas.

Más de un año después, las dudas siguen existiendo en cuanto a la situación financiera de la compañía porque el principal problema (la abultada deuda) sigue siendo el mismo. En paralelo, a raíz del expediente de la CNMV, se han producido cambios en la gestión cambiando nombres (la salida de la familia de los puestos principales de gestión), cambiando de auditor y acometiendo la reestructuración de su financiación, con una OPA fallida por medio (la que iba a lanzar Brookfield).

La cuestión del auditor no es menor porque el cambio de KPMG por Deloitte encontró una discrepancia que obligó a Grifols a realizar un ajuste en sus resultados del primer semestre de 2024. El arreglo estaba relacionado con su participación en Shanghai RAAS, la filial china de la que a mediados de junio vendió un 20% del capital por unos 1.600 millones de euros. Concretamente, la farmacéutica catalana había registrado 457 millones más de lo que debería[1].

Con respecto a la financiación, lo que ha hecho el nuevo director financiero, Rahul Srinivasan, es dar una patada hacia adelante salvando el grave problema de devolver 1.300 millones de golpe en 2024 y extendiendo su vencimiento hasta 2027. Los números del ‘mundo Grifols’ distan de dar tranquilidad a largo plazo a los inversores. Tanto en el informe Gotham como en las cuentas de 2024 vemos un pasivo total de 12.798 millones de euros, lo que supone una reducción del 5% con respecto al año 2023, y un patrimonio neto de 8.607 millones.

Aun con esta mejora, estas cifras destacan el continuo apalancamiento financiero de Grifols, una preocupación clave para los inversores y supervisores. La capacidad de la empresa para generar ingresos operativos y gestionar sus pagos de intereses será crucial en los próximos años. El flujo de caja financiero de Grifols ha mostrado fluctuaciones significativas durante la última década. Entre 2013 y 2019, la empresa experimentó un crecimiento sostenido, alcanzando un máximo de aproximadamente 630 millones de euros en 2019. Sin embargo, en los años posteriores, marcados por la pandemia y las presiones del mercado, el flujo de efectivo se contrajo hasta 208 millones en 2023. En 2024 las cifras han mejorado hasta 902 millones en términos de cash-flow operativo, pero el flujo de caja libre (descontando la venta de activos) sigue siendo negativo.

Este descenso refleja en gran parte el aumento en costes financieros debido al crecimiento de la deuda y las inversiones en adquisiciones como Biotest AG. El flujo de caja libre también ha sufrido una presión considerable, limitando la capacidad de Grifols para reinvertir en el negocio sin depender de financiación externa.

Fuente: Elaboración propia con base en los datos representados en su memoria anual desde el año 2022.

El análisis del cash flow muestra que, desde 2014, Grifols ha sido incapaz de generar el efectivo necesario para cubrir sus obligaciones de deuda si esta se valorara a tasas de mercado acordes a su verdadero nivel de apalancamiento de aproximadamente 10%. En los últimos resultados publicados de 2024, el crecimiento de los ingresos ascendió al 9% interanual. Una cifra aún insuficiente para remontar la destrucción de valor que genera estar muy endeudado, una relación incestuosa con la oficina familiar y con dudas sobre cómo están formulados los números.

Al cierre de la semana del 28 de abril, la pérdida de valor de la acción de Grifols cotizada en la Bolsa española ascendía, con respecto al día anterior a la publicación del informe Gotham, al 40,17%. La recuperación de la calificación crediticia después de la refinanciación de la deuda y la OPA de Brookfield puede ayudar a reducir los costes financieros.

Fuente: Investing

En suma, la crisis de Grifols revela es producto de una gestión financiera poco transparente, sumado a un gobierno corporativo influenciado por la familia fundadora. El informe de Gotham City Research actuó como catalizador, exponiendo las debilidades estructurales de la compañía y provocando una crisis de confianza que tanto provocó la OPA de Brookfield, como culminó en su fracaso. La presión de los inversores institucionales ha forzado cambios positivos, incluyendo una renovación del consejo y un plan de reestructuración financiera. La venta de Shanghai RAAS y la refinanciación de deuda son pasos cruciales para recuperar la credibilidad, aunque el éxito dependerá de la implementación efectiva de estas medidas y la mejora en la transparencia corporativa.

 

[1] https://www.elconfidencial.com/empresas/2025-01-09/ano-despues-gotham-cambiado-grifols-golpe-bajista_4038503/