Los Gestores Administrativos solicitan a los ayuntamientos que bonifiquen el impuesto de plusvalía generado por el fallecimiento por coronavirus del propietario
* El pago del Impuesto sobre el incremento de valor de los terrenos de naturaleza urbana puede acabar agravando la situación económica de los herederos
* Los Gestores Administrativos quieren que el dolor sufrido por la pérdida del familiar, más duro si cabe en las circunstancias que estamos viviendo, no se vea
incrementado por las dificultades económicas sobrevenidas.
Madrid, 30 de marzo de 2020. El Consejo General de Colegios de Gestores Administrativos lanzan una propuesta a los alcaldes de toda España para que bonifiquen el Impuesto sobre el Incremento de Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana, conocido como impuesto de plusvalía, si es que no lo contempla así su propia ordenanza. Los Gestores Administrativos piden también que, por su parte, las comunidades autónomas que no lo hayan hecho ya bonifiquen el Impuesto de Sucesiones.
Estás medidas aliviarían una parte de las dificultades económicas que muchas familias tendrán que afrontar tras la gran caída de la actividad económica que estamos sufriendo como consecuencia de la pandemia del COVID-19. Bonificar el impuesto de plusvalía supondría, según los gestores, evitar añadir más dificultades a unas economías familiares que penden de un hilo por el parón casi total del país.
El presidente del Consejo General de Gestores Administrativos, Fernando Santiago, considera que “de esta forma los ayuntamientos y las comunidades autónomas seguirían yendo por delante del Gobierno en la adopción de medidas fiscales dirigidas a aliviar los efectos negativos de la pandemia, dejando una vez más solo al Gobierno en su inflexibilidad para la adopción de medidas fiscales similares a las que muchos países de nuestro entorno han adoptado ya. Para Santiago, bonificar estos impuestos supondría para las comunidades y ayuntamientos continuar con los aplazamientos y suspensiones que algunas de ellas han aprobado recientemente.
“En una situación nunca imaginada, y que es probable y deseable que no vuelva a suceder, se deben aplicar todas las medidas al alcance de empresas y de la Administración que permitan a las personas sufrir lo menos posible y los impuestos son una herramienta básica para ello”, remata Santiago.